martes, 13 de julio de 2010

Me gusta mirar la "sociedad" desde afuera en cuanto respecta a relaciones personales, puro plástico que me rodeó por muchos años y ahora que lo tengo frente a mis ojos no puedo no aliviarme de haber salido del círculo de las mentiras, del círculo de las máscaras de hierro, insensibles, incurables, algo que nunca fue mio. Me causa gracia la verdad, saber que nada es como todos creen, saber que los lazos son mas frágiles que un hielo indefenso en un desierto africano y que nadie lo sabe, nadie lo sospecha, en algún momento me dió asco el plástico quemado, plástico mas que podrido, hoy... hoy ni si quiera lo huelo, porque realmente no tiene olor.

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