domingo, 2 de agosto de 2009

Mi espalda en tu pecho, tus brazos que me rodean
te llevo en la piel.
LLuvia de medianoche
y noches de trasnoche,
con nuestras piernas de enrredadera,
casi un bosque de emociones
un bosque profundo con nuestros aromas, el perfume perfecto
el perfume que llevamos en nuestros cuellos
cada vez que abrimos los ojos al alba
cada vez que nuestras vidas se vuelven atmósfera
y nuestros labios forman una sinfonía color sepia,
una sinfonía inquiebrantable.


{en tí todo amanece}