sábado, 13 de marzo de 2010

Hojas quebradizas en mi oído

Por las calles grises del puerto los zapatos guían el alma
y el alma a la mente.
El hielo atmosférico hiela mis mejillas,
me siento de hielo puro,
hielo palpitante que arrastra el mismo mar
el mar que fiero arraza con las piedrecillas arenosas de la bahía.

Miro el horizonte azulino
las hojas de otoño me abrazan
son cómplices del camino,
confidentes de mis secretos.

Un paisaje estruendosamente ameno
una melodía íntima de mis pensamientos acuarela
una melodía intensa del otoño que recién comienza.