sábado, 22 de diciembre de 2007

siete y media


Tarde, no, aún no es tarde, aún esta el sol habitando mi vida, pero no mi espacio lleno de luz artificial fosforecente ante los ojos humanos, no pretendo buscar nuevos rumbos ni aventuras clichés de cafés, bares ni miradores, no pretendo nada, solo escucho a un difunto no genio no famoso ni admirable, o por lo menos así quizá quizo ser siempre.

Mientras mi pie se mueve mis pensamientos anfetaminicos se lucen, se traslucen, se retuercen, se dan vueltas cual joven de diecisiete años buscando su rumbo, mientras estampo palabras intangibles un columpio se balancea, un barco toma su rumbo, Juan se ata una soga al cuello, María besa a su novio, una hormiga es aplastada, una copa se quiebra, el agua hierve, el sol se despide. Tiempo. . . tiempo.

jueves, 13 de diciembre de 2007

amaneces

Mientras amanecía y el aroma del otoño se desvanecía
mis dedos cálidos se deslizaban en la sábanas
provocando el sonido aspero de la tela
se cierran los ojos, mi cuerpo suspira
se cierran los ojos, mi cuello se retuerce al compás de las olas
mi lengua moja mis labios, vuelvo a vivir, vuelvo a existir
vuelvo a soñar, vuelvo a morir.


Y así comienza todo, como si fuese una película de drogadicción

sábado, 8 de diciembre de 2007

buenas noches


Esta noche es igual a la última,
el mismo frío
la misma niebla
la que nos cegaba y fundía entre la noche.
Esta noche es igual a la última
estoy temblando como aquella noche
estoy pensando en lo mismo que pensaba en ese momento
el aire está igual de liviano
pero hay algo. . . algo que siempre habrá
algo que tu no quieres que haya
y que tampoco tú tienes.

viernes, 7 de diciembre de 2007

huéspedes

Estaban aquí, decididos a quedarse y no marcharse, en un principio eran la mejor compañía que pude haber tenido nunca, extasiadamente miraba el mar mientras escuchaba sonidos del alma, ellos estaban y me gustaba. Luego de la lluvia, de los truenos y relámpagos, de las luces, de la ciudad, del perro, la flor, la nieve, el naranjo... siguieron ahí, gritos internos y desgarradores despedazaron la atmósfera pero ellos no se iban, tal vez por el hecho de que eran muy fuertes, muy resistentes a todo, los que eran mis huéspedes ahora viven conmigo, nose si para siempre, no se cuando se irán, pero ya no me molestan, ya no me despedazan ni me hacen llorar, los guardé en una cajita para que cuando quieras volver a jugar los invitemos, para que algún día pueda estar con ellos en paz, poder quererlos nuevamente, disfrutarlos.
[fade into you]
hay algo que no he borrado

sábado, 1 de diciembre de 2007

dispuesta.


Las posibilidades de que cualquier cosa pase son infinitas, las ramas y grietas de la vida son tan incontrolables como la furia de las olas en invierno, como el arena en mis pantalones, como un final inexplicablemente perturbador que era el menos esperado, todas esas cosas son tantas posibilidades de tantas variables incalculables de la vida, inexactitud. . . solo inexactitud. . nos da la mas desinhibida inseguridad. Pasión.


Un cigarrillo y un poco de alcohol no estarían nada de mal en estos momentos. Bienvenidos sean.