Camino a orillas del mar
con sencillez de sonidos
con la satisfacción de tu amor en mis manos
con la satisfacción del último beso del día

Día de arena, dia de ruedas, dia, día
Día con sol
Día con rayos tenues de otoño
aire fresco
y tu pecho abrigando mi espalda.





[... La cama
Se llena de mundos creados
Por nuestro delirio de cera
Por las partículas que atrajimos
Con la fuerza de mil elefantes

Del cielo
Del cielo se caen canciones
Y en nuestro delirio de cera
Que no es un delirio cualquiera
Creemos ver un elefante
Robando los días y las horas
Y haciéndonos señas de humo]

[javier barria. cortinas naranjas]

me chocan tantas cosas.




pero dos segundos después las olvido.

Miro por mi ventana, como pensándo que estás ahí abajo subiendo las escaleras para luego tocar mi puerta y que te reciba con un beso, para que después nos acostemos escuchando algo ni tan ruidoso ni tan común, o para quizás solo sentir nuestros latidos y nos sumerjamos en el mar, y que luego me digas que es muy tarde, que la luna salió y las micros no pasarán hasta tan tarde, y yo baje a dejarte a la puerta y me despida con un te amo sin respuesta, y en el horizonte de mi escalera verte bajar y desaparecer

No... hoy lamentablemente no.

y comenzaron a caer las hojas
y comenzó el olor a tierra húmeda
y la nariz helada
y un los abrazos cálidos
y nuestros pies enlazados.

Como al pasar los días
Como que nadie ve
Como al pasar la vida
Cuánto te extrañare
Joya tu corazón
Gema tu amor

[Joya tu corazón]

Hojas quebradizas en mi oído

Por las calles grises del puerto los zapatos guían el alma
y el alma a la mente.
El hielo atmosférico hiela mis mejillas,
me siento de hielo puro,
hielo palpitante que arrastra el mismo mar
el mar que fiero arraza con las piedrecillas arenosas de la bahía.

Miro el horizonte azulino
las hojas de otoño me abrazan
son cómplices del camino,
confidentes de mis secretos.

Un paisaje estruendosamente ameno
una melodía íntima de mis pensamientos acuarela
una melodía intensa del otoño que recién comienza.