Así no se juega.

Las concepciones con respecto a todo se enredan en una maraña de hilos conductores de marionetas, marionetas... ¿Eso es lo que soy? ¿Eso es lo que somos? Manejados por la vida, por los sentimientos tal vez, yo no quiero ser manejada, pero al mismo tiempo vago presa de las emociones clandestinas interminables esperando un final valiente, siendo yo no tan valiente o muy poco arriesgada, es que el miedo confunde a cualquiera no? Y miedo a que se preguntarán... la verdad es que ni yo misma lo sé, o si lo sé pero no lo quiero admitir. Con el orgullo irreparable de un corazón herido no se juega... no.

Esta rabia es diferente a las otras
Diferente a todo
Y si siguiera los impulsos?
Creo que ya no valen.

re - rewind

Y esperando las llaves del destino

sin querer grité hacia el olvido

¿existe el olvido aún?

¿o realmente nunca lo olvide?

segura e insoportablemente sea porque los sentimientos estan vivos

en mi al menos

y cada vez que veo al sol reflejarse en el mar

las incontenibles ganas de gritar me superan.

eres el perfecto contraluz

N. . .

No sé, simplemente no se nada.
Esto mas mal que bien me hace.
No lo idealizo.
No hago nada.
Nadie lo hace.
No importa.
Nunca importa.
Es el telar tecnicolor que alguna vez tuve el que ya no está
y si los busco por los amaneceres y atardeceres sobre el mar
seguramente no lo encontraré
al igual como nunca encuentro lo que quiero.
Si pudiese seguir los impulsos los seguiría
pero no soy tan valiente
y nadie me da la valentía suficiente

::.

En mi camino habían unos peces, algo me querían decir... o advertir, cuando miré hacia la derecha vi el mar brillante y plasticinoso, a la izquierda estaba el cielo celeste y resplandeciente, sin pensarlo dos veces solo seguí a donde creí que debía dirigirse mi camino, mi vida, solo hacia adelante sabiendo que las nubes abrumadoras cegaban mi vista a cualquier suceso extraordinario que pudiese ocurrir, solo avanzar... a lo desconocido... los juegos del sinsentido... adelante.

Mientras la pantalla marcaba el océano

Desde aquí arriba los sentimientos absueltos vuelan, no crecen, ¿y como van a crecer? No hay manera, no... no la hay.

Desde aquí arriba las tempestades se sienten a flor de piel, el extraño y cautivo vértigo de una noche solitaria, nadie habla, ¿señales de vida? No

Desde aquí arriba el calor acumulado desvanece todos mis intentos de desconexión desmesurada, intentos de el olvido momentáneo e inconsciente, resplandeciente.

Desde aquí arriba. . .

desde aquí ya ni te siento.